Fiona llegó al refugio procedente de una colonia controlada. Estaba en muy mal estado y estuvo a punto de morir. Creemos que tuvo familia pero fue abandonada, y ya sabéis que los gatos caseros en la calle lo pasan realmente mal.

Siempre ha tenido problemas en la boca, y cuando la recogimos ya le faltaban algunos dientes.

Fiona es la jefa del refugio. Con el resto de los gatos una gata de armas tomar. Tiene mucho carácter, es dominante y muy gruñona, pero también es una de las gatas más queridas de la protectora. Con los voluntarios es un encanto y le encanta que la toquen, la cojan y le den mimos. Eso sí, cuando ha tenido suficiente te lo indicará.

A pesar de sus problemas en la boca, le apasiona comer, ¡es una tragoncilla! Y si hace buen día, siempre la verás disfrutando del calor y de los rayos del sol.

Ha dado positivo en Leucemia, así que debería convivir con otro gato positivo o ella sola.