Procede del caso del Síndrome de Noé que rescatamos en noviembre del 2021. Llegó, como todos los demás, en condiciones precarias. Entró en la segunda fase del rescate, junto con los más pequeños.
Es una gata algo tímida cuando te acercas, pero enseguida busca cariño. Es muy dulce y mimosa.
Nunca ha hecho un mal gesto. Al contrario, es como su hermano Lucero, siempre busca más y más caricias.
Aunque es un amor con todo el mundo, le chiflan los hombres, demanda más atención de ellos y se derrite de amor.